El control de acceso biométrico es una forma de autenticación o verificación de usuarios que utiliza características biofísicas únicas del cuerpo humano, o rasgos conductuales, para verificar la identidad de un individuo. Esto puede incluir el reconocimiento de la huella dactilar, el patrón del iris, el patrón vascular dactilar, el de la mano, la geometría tridimensional de la mano, la forma del rostro o la voz.
Una vez que se ha capturado y almacenado una muestra biométrica, que son una serie de puntos, que a través de un algoritmo acaban siendo un código binario, el sistema puede utilizarla para compararla con las muestras biométricas presentadas en el futuro. Si hay una coincidencia dentro de la base de datos, el sistema concede el acceso. Si no hay una coincidencia, el sistema deniega el acceso.
El control de acceso biométrico tiene varias ventajas sobre otros métodos de autenticación, como las contraseñas o los tokens de un solo uso. En primer lugar, es más seguro, ya que las características biométricas son difíciles de falsificar o replicar. En segundo lugar, es más conveniente para los usuarios, ya que no tienen que recordar contraseñas o llevar tarjetas, llaveros, pulseras con ellos.
El control de acceso biométrico también puede ser utilizado para registrar la asistencia de los empleados en el lugar de trabajo o para realizar seguimiento del tiempo de trabajo. Algunos sistemas incluso permiten el pago sin contacto utilizando características biométricas.
Aunque el control de acceso biométrico tiene muchas ventajas, también tiene algunas desventajas. En primer lugar, el coste de un buen sistema biométrico puede ser mayor que por ejemplo uno de tarjetas, pero queda compensado por los costes añadidos de las tarjetas/llaveros/pulseras. Sí que es cierto, que con la nueva entrada de la RGPD, algunas personas pueden tener preocupaciones sobre la privacidad y la seguridad de sus datos biométricos. Por lo tanto, es importante tomar medidas para proteger estos datos y garantizar la confidencialidad, y hacer una buena evaluación de impacto (EIPD) si procede.
Tipos de control de acceso biométrico
Existen varios tipos de control de acceso biométrico, que utilizan diferentes características del cuerpo humano para verificar la identidad. Algunos de los tipos más comunes son:
- Reconocimiento de huella dactilar: Este es probablemente el tipo más común de control de acceso biométrico. Utiliza las líneas únicas y las formas de la huella dactilar, llamadas minucias, de un individuo para verificar su identidad.
- Reconocimiento de iris: Este tipo de control de acceso biométrico utiliza el patrón único del iris (el tejido que cubre el iris del ojo) para verificar la identidad.
- Reconocimiento de voz: Este tipo de control de acceso biométrico utiliza las características únicas de la voz de un individuo, como la entonación y el tono, para verificar su identidad.
- Reconocimiento facial: Este tipo de control de acceso biométrico utiliza las características únicas del rostro de un individuo, como la forma de la nariz y la distancia entre los ojos, para verificar su identidad.
- Reconocimiento de la firma: Este tipo de control de acceso biométrico utiliza la forma y el movimiento únicos de la firma de un individuo para verificar su identidad.
- Reconocimiento de la palma: Este tipo de control de acceso biométrico utiliza las características únicas de la palma de la mano de un individuo, como la forma y la ubicación de los pliegues y los huesos, para verificar su identidad.
Cada uno de estos tipos de control de acceso biométrico tiene sus propias ventajas y desventajas, y algunos pueden ser más adecuados para ciertas aplicaciones que otros.
En resumen, el control de acceso biométrico es una forma efectiva y conveniente de autenticar o verificar la identidad de los usuarios, cosa que otros sistemas no pueden (las tarjetas se pueden traspasar, robar o extraviar). Aunque puede ser algo más costoso, ofrece una mayor seguridad y conveniencia que otros métodos de autenticación. Sólo tendrá que cumplir con las medidas para proteger la privacidad y seguridad de los datos biométricos, que la RGPD recomienda.
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